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Este es el cuento del gallo Kirico, que fue a la boda de su tío Perico con un vestido de plumas muy rico. Cuando salió del gallinero, el gallo Kirico se encontró una caca de vaca que tenía granitos de trigo. Entonces, como el gallo Kirico tenía mucha hambre, pensó: “¿qué hago? ¿pico o no pico? Pero si pico, me voy a manchar el pico”. Pero tenía tanta hambre que dijo: “pico”. Y picó la caca y ¿sabéis qué pasó? Pues que el pico de caca se manchó.
Entonces, siguió andando por el camino y se encontró con la hierba. Y le dijo a la hierba:
̶ Hierba, límpiame el pico, que me lo he manchado de caca, para ir a la boda de mi tío Perico.
Y la Hierba le dijo:
̶ Que no quiero. No haberte comido la caca.
Entonces, el gallo Kirico siguió andando y andando y andando, hasta que se encontró con una oveja. Cuando se encontró con la oveja, le dijo a la oveja:
̶ Oveja, cómete a la hierba, que no me ha querido limpiar el pico, porque me lo he manchado de caca para ir a la boda de mi tío Perico.
Y la oveja le dijo:
̶ Beeee. No quiero. No haberte manchado el pico.
Siguió andando y andando y se encontró con el lobo. Y le dijo al lobo:
̶ Lobo, cómete a la oveja, que no se ha querido comer la hierba, que no me ha querido limpiar el pico para ir a la boda de mi tío Perico.
Y el lobo le dijo:
̶ No quiero. No haberte manchado el pico.
Después, andando y andando, se encontró con un palo. Y le dijo al palo:
̶ Palo, pégale al lobo. Que no se ha querido comer a la oveja porque no se ha querido comer la hierba que no me ha querido limpiar el pico para ir a la boda de mi tío Perico.
Y el palo le dijo:
̶ No quiero. No haberte manchado el pico.
Entonces, andando andando ya iba muy enfadado y se encontró con una vela con llama. Y le dijo a la vela:
̶ Vela, quema al palo, que no ha querido pegarle al lobo, que no se ha querido comer a la oveja que no ha querido comer la hierba que no me ha querido limpiar el pico para ir a la boda de mi tío Perico.
Y la vela le dijo:
̶ No quiero. No haberte manchado el pico.
Caminando, caminando, iba por el borde del río y le dijo al agua del río:
̶ Agua, apaga la vela que no ha querido quemar el palo que no ha querido pegarle al lobo que no se ha querido comer a la oveja, que no se ha querido comer la hierba que no me ha querido limpiar el pico.
Y el agua le dijo:
̶ No quiero. No haberte ensuciado el pico.
Entonces, se encontró con un burro que estaba bebiendo agua en la orilla del río, y le dijo al burro:
̶ Burro, bébete el agua, que no ha querido apagar la vela que no ha querido quemar el palo que no ha querido pegarle al lobo que no se ha querido comer a la oveja, que no ha querido comer la hierba que no me ha querido limpiar el pico.
Y el burro que estaba tan harto de oír al gallo Kirico, le dio una coz y tiró al gallo al agua. Entonces, el gallo salió todo mojado y desplumado, con todas las plumas feas y muy muy muy enfadado cogió y se fue a la boda del tío Perico. Y cuando llamó a la puerta, ¿sabéis lo que le dijeron? Que los gallos mojados no están invitados.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.