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Esto era un señor que tenía la barba azul y no conseguía tener mujer, ni enamorar a ninguna mujer por lo que lo encontraban muy feo muy feo, pero era muy rico muy rico, entonces tenía muchas propiedades, tenía casas, tenían mucho oro, joyas… y había una madre que tenía dos hijas y le propuso casarse con una de ellas, entonces les propuso estar una semana en su palacio para que vieran cómo vivía y claro pues las enamoró de ver que vivía también y con tanta riqueza y entonces una de las hijas pensó, va pues no parece tan feo y al final accedió a casarse con él la hija pequeña.
Se llevó a todas sus amigas allí al palacio y estuvieron de fiesta, de buenas comilonas, iban de caza porque en aquella época iban las mujeres de caza, total que ya se casan y al mes o así de casados le dice barba azul a su mujer:
– “Te voy a dejar las llaves de todas mis posesiones, esta llave es donde está la vajilla de oro y de plata dónde están todas las joyas, está llave es de dónde están los cuadros y los espejos con plata y oro, pero te voy a pedir que esta llave no la utilices y no vayas, que es de la recámara del fondo de abajo, pero te prohíbo que vayas ahí dice porque si me entero que ha sido mi cólera será inmensa y te podía causar un daño muy grande”.
Bueno, pues entonces se fue porque dice que se iba unos meses para tratar unos asuntos de sus negocios y se fue.
– “Tu invita a tus amigas y lo paséis bien…”.
Total, que ya se va el marido y se despiden y vienen las amigas ansiosas de ver la casa de la nueva casada y empiezan, madre mía cuánta riqueza cuánto buah… Pero la esposa todo era decir ¿y esta llave?, ¿y esta llave…? ya le puso el gusanillo de que estaba prohibido así que sin esperar se las dejo viendo todas las riquezas de otras salas y se fue a escape a ver qué había en esa habitación.
Bueno pues iba tan deprisa tan, deprisa que casi se cae y se abre la cabeza. Pero al fin llega, abre la habitación y está todo muy oscuro y ya cuando se le acostumbran los ojos así un poco la penumbra se da cuenta de que hay sangre y ve cabezas y tan asustada se puso y tan alterada que se le cayó la llave al suelo, la cogió rápido, cerró y cuando subió a su habitación para recuperarse un poco del sobresalto que se había llevado se da cuenta que la llave está manchada de sangre y empieza a lavarla, a lavarla y conforme la lava, la mancha de sangre va cambiando de sitio la lavaba en ese sitio y volvía a cambiar de sitio, no era capaz de quitar la sangre. Bueno pues entonces el marido llega porque dice que había recibido un aviso de que se habían arreglado los asuntos y llega antes de lo que ella esperaba, y le dice bueno ya me puedes dar las llaves de la casa, y dice:
– “Uy, me falta la de la habitación de abajo”.
– “No es que se habrán soltado, luego te la traeré”.
Bueno pues le estuvo dando excusas para tardar en dársela, porque como no era capaz de quitar la sangre, y como la había amenazado de que podía pasar algo trágico si no le obedecía… Y al final se la tuvo que dar y la llave se ve que estaba embrujada, y claro la sangre no se iba, total que le dice:
– “Es que no me has hecho caso, es que te dije que no tenías que abrirla, es que ahora te va a pasar lo que les ha pasado a ellas, te tengo que matar porque si no lo vas a decir”.
Y entonces ella llorosa le suplicaba:
– “Espérate un momento perdóname… me podrías… sé que tengo que morir, ¿pero me dejas que le rece a Dios para que me acoja…?”
Y ya le dice:
– “Bueno, te doy medio cuarto de hora”.
Entonces avisa a su hermana que se llama Ana y le dice:
– “Ana, mira a ver si vienen nuestros hermanos que a ver si me salvan de esto, súbete a la torre más alta y mira a ver si vienen”.
Y le decía:
– “Ana, ¿ves algo?”
– “No veo nada más que el sol el sol que alumbra y el verde del prado, no veo nada más”.
Y al momento le volvía a preguntar:
– “Ana, ¿ves algo desde lo alto de la torre?”
Y decía:
– “No veo nada nada más que el sol en lo alto y el verde del prado”.
Y así así… Y el marido la apremiaba:
– “¿Pero bajas o no bajas?”
– “Sí, sí voy rápidamente”.
Y entonces:
– “Ana, ¿pero ves algo desde la torre?”
Dice:
– “Sí, sí parece que se ve polvo”.
– “¡Ay! ya vienen mis hermanos… ¡ay perdona no, que es un rebaño de ovejas!”
Total, que nada, que no venían los hermanos y en esto que ya al momento dice:
– “Espera, espera que veo algo, si se ven dos jinetes galopando, si mis hermanos que vienen a salvarme, y ya al momento:
– “Pero ¿bajas o no bajas? que se te acaba el tiempo”.
– “Voy, voy, voy…”.
Total, que baja las escaleras y ya la tiene agarrada del pelo y el cuchillo en lo alto, y en esto que entran los hermanos, y empieza a huir y lo alcanzan, y lo matan a barba azul.
Total que al final la salvan a la hermana, y con las riquezas pues a los hermanos les consigue sus títulos de caballeros, a la hermana consigue que se case con un chico que está muy enamorada y ella también se consigue casar con un hombre que era más noble y bueno.
Así que esa es la historia… y claro pues nos tenían con miedo.